domingo, 2 de abril de 2017

Las mujeres y el transporte colectivo

Muchas de las mujeres que suben a los camiones colectivos aquí en la Ciudad de México, esperan a estar justo frente al chofer para comenzar a buscar el dinero con el que piensan pagar el viaje.

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Si cuando lo abordan subieran 3 ó 5 personas más, bien, la cosa no pasaría de que el autobús tardaría un poco más en reanudar el camino. Pero el problema es cuando suben solas. En este caso el autobús reanuda su camino al instante y eso pone a prueba su sentido de equilibrio, pues tienen que hurgar entre el desastre que traen en sus bolsos para hallar las 3 monedas que perfectamente pudieron haber sacado antes de subir al autobús, mientras éste se zangolotea de aquí para allá en las calles perfectamente pavimentadas de la CDMX.

Crestomatía: http://yucatan.com.mx/wp-content/uploads/2016/12/IMG-12662314.jpg

...y el autobús comienza su marcha entre los baches, casi albercas, de las calles y avenidas de la Ciudad de México... Mientras, aquellas encuentran una moneda intentando abrazarse torpemente del tubo metálico junto al conductor... y el camión acelera y frena, una y otra vez. Hasta que finalmente mejor sacan un billete para pagar.

Crestomatía: http://www.quehagoyoenchina.com/wp-content/uploads/2013/04/800px-Guangzhou_Bus_Route_205_%E7%B2%A4A61928.jpg

Al día siguiente esas mujeres hacen justo lo mismo, una y otra vez, año tras año, sin que les pase por la cabeza la idea de que si no llevan de antemano el pasaje listo, harán esperar inútilmente al resto de personas que también quieren abordar; y a exponerse ellas mismas a ser objeto de un ridículo aún mayor al trastabillar a cada vuelta de rueda que da el autobús.

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